Mojados por dentro y por fuera

El pasado fin de semana se celebraba en Ibarra la feria de la cerveza, en la que disfrutamos mucho bebiendo, comiendo, hablando con amigos y con gente que hacía tiempo que no veíamos y, en general, echándonos unas risas. Con ellos o entre nosotros brindábamos y nos mojábamos por dentro.

Pero mientras también nos mojábamos por fuera, ya que las 2 carpas, el bar y el gaztetxe no eran espacio suficiente para tanta gente con el diluvio que estaba cayendo fuera. Ya durante todo el mes de mayo había llovido una barbaridad, todos los días menos 2 ó 3, pero lo del sábado por la tarde-noche fue increíble hasta para una zona tan tremendamente lluviosa como esta.

Parecía como si estuvieramos debajo de una tubería rota. Tantísimo llovió y tanto había llovido antes, que de madrugada el río se salió en algunos sitios y en el centro parecía que se iba a salir también a pesar de la enorme altura que hay en ese punto. Parecía una bestia enfurecida. Al final, cuando ya faltaba menos de un metro para el gran desastre, paró de llover por unas horas y el cauce bajó, no sin antes inundar más de medio valle del Oria, eso sí.

Y ya de paso, aunque menos, ha seguido lloviendo todos los días después de eso. Ayer fue la única excepción, pero hoy parece que volveremos a la "normalidad". Esperemos que el tiempo mejore, aunque sin calores excesivos, ¡por favor!