domingo, 3 de agosto de 2008

Kraisis

Por mucho que se empeñen algunos en lo contrario, está claro que estamos en crisis. Como decía una amiga, probablemente nuestro estado del bienestar ha tocado techo y ahora solo cabe esperar la cuesta abajo. Si se piensa que casi la mitad de la población mundial (los gigantes asiáticos, sobre todo China e India) están empezando a despertar, es evidente que el número de personas entre los que repartirse la tarta va a crecer sin parar.

Pero no todo tiene porqué ser negativo, ya que el nivel de vida actual de los países occidentales es insostenible a largo plazo. No podemos agotar las materias primas, contaminar fuera de lo razonable o fomentar grandes riquezas individuales a costa de millones de pobres. Por supuesto, esto es más un problema de gobiernos, bancos y clases altas, pero ellos son los que dirigen, y en las clases medias tenemos, aunque sea inconscientemente, instalada la idea de que hay que aspirar a eso.

Así que ojalá que la crisis no sea muy dura, porque los que lo pagamos somos desgraciadamente los más frágiles, la clases baja y media (paro, hipotecas, subidas desorbitadas de precios de productos de primera necesidad, congelación de salarios). Pero esperemos también que esto traiga su lado positivo (no hay mal que por bien no venga, que dicen): remover las conciencias y darnos cuenta de que tenemos que buscar otro tipo de equilibrio con el mundo y presionar hasta la extenuación a los que nos gobiernan para que lo cumplan.

Por ejemplo, acabar con la sociedad basada en el petróleo en la que vivimos. Difícil, pero ojalá los majaderos que a nivel mundial y local bloquean otras bases económicas mucho más razonables y sostenibles sean derrotados de una vez por todas, porque llevan muchas décadas saliéndose con la suya, desgraciadamente.

1 comentario:

Arsi dijo...

Y parece que la crisis se empieza a notar en los lugares de veraneo, eso dicen al menos los afectados, algunos de primera mano xD