También es verdad que en muchas ocasiones se les maleduca sobreprotegiéndoles y perdonándoles y disculpándoles todo, lo cual hace que se conviertan en pequeños tiranos, ya que saben que pueden hacer lo que quieran sin pagar por ello. Pero aquí es dónde llegamos al meollo de la cuestión: la culpa no es de ellos, sino de los que les educan.
Y es que los adultos, que son quienes dirigen la sociedad, parecen sentirse hasta cierto punto molestos con la presencia de niños (y de ancianos). Nuestra sociedad está alcanzando un hedonismo con tintes autodestructivos, porque esos que hoy molestan mañana mandarán.
Se ve una curiosa doble moral: por una parte no se les aguanta mucho y parece que molestan, pero por otra parte algunos padres sobreprotegen a sus hijos, en mi opinión en una especie de burda compensación con intenciones de lavar su mala conciencia. Y es que como dice un famoso dicho antiguo:
Educar a un niño es tarea de toda la tribu
No se puede decir más en tan pocas palabras: los padres, las escuelas, los organismos, etc... todos tienen la responsabilidad de educar a los niños,que son nuestro futuro. Porque es triste que un niño, por ejemplo, llegue a la tarde a casa y en vez de programación infantil en la tele, vea programas sórdidos a más no poder.Si fueramos veinte años atrás y cambiásemos la programación infantil de entonces por la de "ahora", nuestra primera pregunta probablemente sería: "¿dónde están los dibujos?"
2 comentarios:
El problema es que ahora no se educa los niños, sino que se espera de ellos que se eduquen solos. Y en una sociedad que cada vez está más idiotizada, el resultado es evidente y predecible.
Es muy fácil dejar a tu hijo frente a la tele para que no incordie, o comprarle una pleiesteision en lugar de un balón, y así no corren peligro los cristales. Y, para una tarde que tienes libre a la semana, ¿por qué malgastarla jugando con un niño?
Echo mucho de menos los dibujos de antes, y eso que no veía apenas la tele. Pero ahora Barrio Sésamo tiene dos rombos y los niños ven los Simpson y Chinchán (qué dibujos más irritantes, estos últimos).
Para bien o para mal la sociedad cambia y junto a ella la programación. Es evidente que los dibujos actuales estan llenos de obscenidades y violencia, y los más jovenes son presa facil de persuasión.
Desde mi perspectiva toda emisión está manipulada.
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